3r Encuentro Quorum Osa Mayor
Introducción
Continuando con el
increíble descubrimiento de los Universos en los que vive, se manifiesta y
expresa el LOGOS SOLAR ÉL/ELLA, vamos, en esta ocasión, a adentrarnos en los
ritmos que procesan los vínculos sagrados, con la fuerza de la Devoción a Dios
como un Todo. En este Universo que nos atañe, vamos a poder sentir, como a
través de la Experiencia, el Corazón va a sufrir, una serie de procesos que lo
van a engrandecer y a acercar al Espíritu Perfecto. Es un Camino tortuoso en
muchos casos e insondable en todos sus pormenores, pero al fin y al cabo un Camino
tan rico y pleno de tesoros, que sólo podremos ser testigos de ellos, una vez
haya finalizado nuestra misión, como seres mortales, en este preciado viaje, del
que hemos sido protagonistas e invitados de honor.
En el 2º Universo
Experiencial - el que se conoce como la Raza Raíz Hiperborea – es en el que el
Alma egoica, va a descubrir su potencial como Ser pleno y completo de Amor
hacia sí mismo y hacia el prójimo. Este proceso cósmico, que define las diferentes
fuerzas concienciales de un proceso UNO, viene dado por los designios que se
establecen en todo flujo evolutivo de Vida y que dimanan en una Conciencia
Colectiva, resonante con el Espíritu que va a conseguir manifestarla, tras que
finalice la Experiencia y el Ser se complete de sí mismo. Sólo entonces se
produce el deseado encuentro entre ambos.
Las características
esenciales del proceso evolutivo en este Universo, son la Bondad, la Piedad, la
Misericordia y la Fe, todo ello, concluye en esa exponencial fuerza que
conocemos como COMPASIÓN.
Sabemos que el Amor
penetra en todos los átomos, cuando la individualidad, expresada como tal, se
permite ser conocida por el otro. Solamente, cuando ambos, el uno y el otro,
logran conocerse en su Verdad manifestable, surge la admiración y el profundo Amor.
Durante estos procesos evolutivos, existe la limitación que impide que esta
alianza se produzca. Este Universo, representará, una de las más eficaces
herramientas que Dios entrega al Hombre, para su despertar hacia la
autoconsciencia. Así se moviliza cada partícula en busca de sí misma, para
finalmente ser integrada en su Origen. Aquí comienza una gran aventura, la que
finalizará en la mayor expresión de Luz inimaginable. Feliz viaje…
Comenzamos…
Concentrados y en
silencio, nos conectamos con la Multidimensionalidad del Ser. Sentimos como
cada fase, cada plano, cada ritmo y cada átomo, se convierten en una Unidad
indisoluble. El Corazón del Planeta y el nuestro, sostienen ahora y para
siempre, idéntico ritmo. Así mismo y muy lentamente, nos integramos en el ritmo
cósmico y nos permitimos fluir en él. Sentimos como somos guiados por el
Espíritu. Sentimos una gran dicha por ello.
(pausa)
Nuestro Espíritu nos
quiere mostrar algo que permanece oculto en nuestros Akásicos. Para ello nos
conduce a un lugar muy lejano en el tiempo, tanto que nos puede parecer que
regresamos al útero materno. Nos permitimos viajar a través del tiempo,
mientras disfrutamos de las múltiples sensaciones que nos despiertan la
inmensidad del Corazón que trazó estos planes, para nuestra madurez.
(pausa)
Un silencio infinito nos
envuelve, hemos llegado. Sentimos que en ese estado, una extraña forma que
comienza a tener similitud con el cuerpo, es nuestro vehículo para expresarnos.
Sentimos que para ser, seres humanos, estamos muy alejados de lo que en el Ahora
de nuestro Tiempo, hemos alcanzado. Nos permitimos ser lo que entonces fuimos,
sin cuestionar nada más. Nos convertimos en el observador de una secuencia, que
va a transcurrir como si fuera una película.
(pausa)
Ante nosotros se levantan
unas increíbles Montañas, cuyas cúspides y faldas, cubiertas de nieve, son todo
el paisaje que pueden abarcar nuestros Ojos. El terreno, siquiera transitable,
deja ausente de toda Vida, el intento de que en aquel enclave, se produzcan los
encuentros previstos.
Oteamos el horizonte,
mientras observamos cómo se oscurece el Cielo con la densidad de nuestros
sentimientos. No sabemos qué hacemos ahí, no sabemos quiénes somos, ni de donde
partimos, ni quien nos trajo hasta allí. No sabemos nada. Somos unos
desconocidos, nos sentimos abandonados, sin saber qué hacer ni dónde ir. Cuando
esto sucede, sentimos una tristeza interna que nos abate. No podemos evitar que
la negrura cada vez sea más intensa. Nos es imposible controlar estas y otras
tantas emociones que no nos dejan vivir. Pero de pronto, alguien nos transmite
un augurioso sentimiento. Se trata de un precioso halo que nos hace sentir que
no todo está perdido. Alguien siente Piedad por nuestras emociones. La
Misericordia que desprende no se puede describir. Nunca antes nadie, había
sentido eso por nosotros. Creíamos que no merecíamos una pizca de Bondad, pero
Ella, nos muestra que no es así. Nos preguntamos quien será esa Bella Dama
hasta entonces desconocida.
El sentimiento de la Dama
permanece en nuestro recuerdo, continuamos observando el escenario. Todo parece
vacío, sin un insignificante hueco claro en el que poder anclarse. El Cielo ha
quedado totalmente cubierto por densas nubes. No puede verse el azul intenso,
sólo grises y negros. Tanto es así, que unas terribles sombras procedentes de
las nubes del Cielo, se proyectan en el blanco de las Montañas, que las acogen
pese a sentirse vestidas de miedo.
Continuamos observando el
enclave. La interminable cordillera de Montañas nevadas, es lo único que somos
capaces de ver. Sentimos como los Corazones que se esconden en las grutas de
las diferentes vertientes, palpitan más rápido que nunca. Algo se está
despertando, por fin.
La Bella Dama, no ceja en
su sentir.
(pausa)
Permanecemos atentos,
sintiendo los primeros movimientos, después de que el Cielo se cubriera de
nubes y las grutas murmuraran por primera vez. Grandes sombras, continúan
dibujándose sobre las laderas que les sirven de lienzo. Para nuestra sorpresa,
algo insospechado, comienza a suceder.
Ante nosotros, podemos
ver, como un pequeño hueco se abre en el Cielo. Conforme esto sucede, una
claridad olvidada en el tiempo, es apreciable. Algunas nubes están virando de
color. Ya no son tan densas, ni siquiera opacas como cuando impedían que se
filtrara la Luz del Sol.
El escenario se está
transformando. Un rayo procedente del mismo astro, por vez primera, acaricia
una de las laderas y ésta al sentir el calor de aquel increíble Ser, comienza a
derretirse y a dejar ver lo que esconde bajo el manto de nieve que la recubre. El
vestido ya no es de miedo, sino de Amor Verdadero. El Corazón de la desconocida
Dama, continua latiendo, cada vez con más intensidad, tanto es así, que su
ritmo, despierta los corazones ocultos en múltiples grutas, para que sepan, que
ya ha llegado el momento de dejarse ver.
Nos fascinamos ante esta
escena. La nieve se derrite y se convierte en una preciosa cascada de agua, que
se desliza hasta la planicie. Un precioso camino de piedras y lodo, se
convierte ahora en cauce, para acoger a las aguas que las Montañas vierten.
Una gruta, se conmueve más
que ninguna. Cuando la Bella Dama decide que es el momento de que las nubes del
Cielo, sepan de Ella, todo se convierte en sepulcral silencio y entre ese
lejano soneto, aparece quien porta con ella la Misericordia, la Bondad, la
Piedad y la Fe. Es Herim. Camina sinuosa hacia nosotros. Al mirarla a los Ojos
podemos descubrir la maravilla que esconde su Sagrado Corazón. Ha sostenido la
Luz a lo largo del tiempo, con absoluta Compasión. Sin dudar en que en su
momento, cada uno de nosotros la conseguiríamos alcanzar. Ahora nos sonríe. No
importa nada de lo ocurrido hasta este AHORA, la Piedad tiene nombre, la Bondad
llena nuestra Alma y la Misericordia nos atrapa para que a partir de entonces,
nos conduzca la Fe.
Herim guarda algo en su
haber. Lo extrae de su Corazón y lo deposita en el nuestro. Sentimos un
estallido infinito en la sede del Alma. La vibración alcanza todas las
dimensiones y planos en la que nos encontramos. Múltiples cristales de luces y
colores nos rodean. Sentimos que ahora también nosotros somos Custodios de la
llama del Templo. Sólo falta algo. Miramos al Cielo y esperamos.
(pausa)
El intenso azul ha vuelto.
Por vez primera advertimos que nuestro Cielo se ha desvelado al completo. Los
grises y negros han desaparecido. El Sol luce con toda su inmensidad. Nos
acaricia suavemente colocando un rayo en nuestro seno.
-
Te estaba esperando – nos dice.
Se trata de Shutram, el
Portador y Emisario de la Sagrada Luz. Nos pide algo.
-
Alcanzar la finalidad de este Universo
conlleva una Responsabilidad, es a partir de este mismo momento, en el que mi
nombre y el tuyo se van a confundir. Desde hoy eres Portador y Emisario de la
Luz.
Una poderosa llama nos
azota, el Espíritu de Paz está siempre con nosotros. Pero ahora un nuevo y poderoso
rayo cósmico nos inunda, penetrando por la misma sede del Alma y provocando que
todo nuestro Ser Multidimensional se llene de la fuerza vital de la DIVINA LUZ
PERMANENTE, la que ahora morará en nosotros para toda la Eternidad.
(pausa)
La vital esencia de la Compasión
por aquello que fuimos y que somos, así como por el prójimo es nuestro máximo
exponente como Entidades ancladas en el TODO. Conectados con la Divina Luz
Permanente, somos capaces de portar como Custodios, este sagrado flujo a todos
los rincones del Cosmos, donde se precise. En calidad de Emisarios de Luz, nos
sentimos preparados para el Servicio. La belleza de nuestro Cielo es
inconfundible. Sentimos que hemos crecido interiormente y que es el momento de sentir
esa Compasión hacia toda Vida sin excepción, sea cual sea su nivel evolutivo,
en definitiva, sea cual sea su capacidad de Amar.
(pausa)
Es el momento de comprobar
que lo hemos logrado. Le solicitamos a nuestro Espíritu que nos muestre una
Entidad que precisa de forma inmediata sentir Amor. Concentrados y en absoluto
silencio, observamos quien se acerca a nuestro Corazón.
Sentimos como la Entidad camina
a nuestro encuentro. No cuestionamos nada de lo que suceda, nos permitimos
fluir en nuestro propio Universo y en lo que emana de él. Miramos a los Ojos a
quien tenemos ante nosotros. Unimos nuestras manos y sentimos la Compasión más
infinita que nunca antes sintiéramos. Nos abrazamos y compartimos nuestra Luz
con el otro. Permitimos que los sentimientos fluyan y que nos recorran a ambos.
Aguardamos
La Divina Luz Permanente,
lidera. No hay fronteras que nos impidan descubrir una Vida nueva. La Voluntad
fluye a través de este Todo y desde esa Voluntad, descubrimos como la Obra de
la Creación nos impulsa, desde esta novedosa condición.
Hemos trascendido también
el 2º Universo. La Raza Raíz Hiperborea, muere y finaliza en nosotros. Miramos
al Cielo. La Osa Mayor se muestra espléndida. La Estrella Mizar comienza a
vibrar con incalculable intensidad. La 2ª Estrella se ha encendido. Podemos
verla brillar. Parece que ha crecido. La Compasión hacia TODO es ahora una
Realidad. La densidad de nuestra emoción se convierte en un halo de Perfecta
Luz que jamás se puede apagar.
(pausa)
Poco a poco, regresamos al
latido del Corazón del Planeta y de ahí a nuestro Corazón. Siendo Uno y Todo a
la vez, lo que palpita en nuestro interior.
Respiramos profundamente y
conectados con la música, lentamente vamos abriendo los ojos.