7º Encuentro Quorum Osa Mayor
Hemos llegado al Origen. Dios nos dio la Bienvenida. Somos Uno con Dios. Somos Nanahan. Lo hemos logrado. Hemos sido grandes caminantes. En ese largo camino, hemos tropezado, nos hemos levantado, nos hemos hundido, hemos incluso naufragado en multitud de ocasiones. Nos hemos enfadado. También hemos olvidado pero al final… hemos recordado…
Hemos llegado al Origen. Dios nos dio la Bienvenida. Somos Uno con Dios. Somos Nanahan. Lo hemos logrado. Hemos sido grandes caminantes. En ese largo camino, hemos tropezado, nos hemos levantado, nos hemos hundido, hemos incluso naufragado en multitud de ocasiones. Nos hemos enfadado. También hemos olvidado pero al final… hemos recordado…
En
definitiva hemos sido unos navegantes constantes, con tal grado de valor y osadía
que hemos sido capaces de llegar Hoy hasta aquí completos y conscientes de Todo
nuestro Ser.
En
este punto de cierre entre principio y final, podemos penetrar en este 6º
Universo, donde viviremos en la abundancia y la riqueza, lo que se conoce como
PROVIDENCIA.
En
el 6º Universo Experiencial - al que nuestra Escuela ha dado en llamar Raza
Raíz Nanahan – es decir, la Raza en la que acabamos de ingresar, en la que Todo
va a ser Nuevo. Todo lo que vivamos,
sintamos, anhelemos va a partir de una nueva forma de sentir la Vida, algo que
hasta Ahora desconocíamos, debido a que la Vida estaba trazada desde el prisma
de la Carencia y no desde el prisma de la Abundancia.
Lo
que conocemos como Karma, sabemos que es un desequilibrio en el HABER. A lo
largo de nuestras vidas experienciales, decantamos con más peso, uno de los
platillos de la balanza, de modo que el otro quedó vacío. Por ello, hemos
tenido que trabajar duro para llenarlo y que ambos platillos quedaran en
equilibrio. Este hecho es lo que provoca que nuestro sentir siempre crea que
tiene una carencia, algo que le falta y tiene que conseguir. Al alcanzar el
Origen y penetrar en la Realidad más cercana a Dios Padre/Madre, Todo da un
giro sustancial. Nuestra Mente tiene que adaptarse a la nueva condición y
permitir que el Corazón goce de la PLENITUD, será únicamente a través del
sentimiento de la plenitud, como podremos sentir que la Providencia está con
nosotros. No nos falta nada LO TENEMOS TODO, sería nuestro mantra.
AHORA
somos Seres que vibramos en la ABUNDANCIA. Esta y no otra es nuestra premisa,
convertir a la Raza Nanahan, en el símbolo de la Verdadera Riqueza. La Unicidad
de la Raza Humana, resonando en ABUNDANCIA, es la mayor Dicha de Dios
Padre/Madre, pues esta es la evidencia de que el Sagrado Espíritu del Hijo ha
alcanzado su objetivo.
Somos
incansables Misioneros de la riqueza de Espíritu. La Gran Voluntad resuena en
nuestro Corazón. El Poder es tangible, ya no es una carencia, sino la riqueza
más grande que podemos vivir.
Para
sorpresa de todos, por vez primera estaremos ante la insuperable riqueza del
Anciano de Días. Ahora podemos tocarlo, abrazarlo, disfrutar de Él y de todo su
saber. Y como colofón, Él podrá tocar a su Consorte a la Anciana que lleva en
sí toda la experiencia acumulada.
Nunca
antes pudieron verse frente a frente. Esta es la ocasión de sentir la dicha de
ambos, pero no adelantemos acontecimientos…
Misioneros…
una vez más… feliz viaje…
Comenzamos…
Concentrados
y en silencio, nos conectamos con la Multidimensionalidad del Ser. Sentimos
como cada fase, cada plano, cada ritmo y cada átomo, se convierten en una
Unidad indisoluble. El Corazón del Planeta y el nuestro, sostienen ahora y para
siempre, idéntico ritmo. Así mismo y muy lentamente, nos integramos en el ritmo
cósmico y nos permitimos fluir en él. Sentimos como somos guiados por el
Espíritu. Sentimos una gran dicha por ello.
(pausa)
Nuestro
Espíritu Nanahan sonríe, podemos tocarlo, podemos presentirlo, podemos gozar de
saber que con Él estamos en nuestro Hogar. La sonrisa fluye en nuestro
interior.
Es
de madrugada. El silencio es conmovedor. Todos duermen. Hace frío. Sentimos un
leve estremecimiento. La oscuridad lo invade todo. Nunca antes habíamos
penetrado tan profundo en nuestro interior. En esa intimidad sentimos como más
que nunca somos Uno con Dios. Así, cómodos, felices y en profundo silencio,
esperamos pacientemente a que amanezca en nuestro Pueblo.
(pausa)
Arrecia
la Mañana de este novedoso día. El Pueblo al completo, finalmente despierta.
-
Ssshhhh, ya Amanece – se escucha decir a uno
de los niños de esta mágica familia.
Sentimos
deseos de ser testigos de este increíble Amanecer. Para ello, decidimos salir
sin hacer ruido de la casa. Un gallo canta al Alba. Unas hojas caen, posándose
sobre la tierra fría. Es invierno, la Luz y los Colores, ya lo predecían.
Abrigados
con una pelliza, recorremos la explanada que alcanza La Bahía. El día es
sereno. La calma lo invade Todo. El Sol despunta, dejando pequeños reflejos
posados sobre las Aguas del Atkhio.
Miramos
a nuestro alrededor. No hay nadie. Tomamos asiento y mientras hacemos este
gesto. El recuerdo aflora con fuerza.
Hace
mucho estuvimos en ese mismo punto, sólo que por entonces llevábamos otro
nombre… Rememoramos el instante en el que el Atkhio nos escupió el primer día,
dejándonos solos en la playa de La Bahía. Sentimos la diferencia entre aquel sentir
del principio, con quien somos Hoy. Igual que aquel que fuimos lo hiciera,
sentimos como las olas lamen nuestras extremidades. La diferencia es que Hoy no
mordemos la arena. Hoy nos permitimos que esas mismas olas nos rocen, pero esta
vez las sentimos como apasionadas y tiernas caricias. Aunque jóvenes y
vacilantes, nos sentimos completos y dispuestos para lo que se tercie. Nos
quedamos observando el Amanecer mientras el vaivén de las olas, nos acarician
una y otra vez.
(pausa larga)
Un
espectacular Sol nos rodea con su abrazo. Somos testigos como la Luz de un
nuevo día nos está acogiendo. Es tanta la sensación de bienestar que tenemos,
que siquiera nos acordamos de que es frío invierno en la galaxia.
Comenzamos
a caminar por la orilla hasta que alcanzamos un recóndito paraje cubierto de
árboles. Nos adentramos en el pequeño bosque, nunca antes habíamos estado allí.
Observamos con detenimiento la belleza de ese extraño vergel. Al fijarnos
mejor, advertimos como la geometría de todo ser vivo se hace presente a nuestra
visión. No podemos creerlo, nuestros Ojos ven a la perfección el perfecto
diseño geométrico que sostiene la forma de una hoja, pero también del fruto de
un abedul… Ahora también podemos ver el de una alta y erguida conífera, pero lo
que más llama nuestra atención, es la belleza y la perfección de una
espectacular flor. Se trata de una Rosa. Es nuestra Rosa. Es la Rosa que ha
nacido y que contiene todos nuestros aromas. La geometría sagrada es tan
tangible que sentimos que podríamos tocarla. No lo hacemos. Nos limitamos a recoger
su holograma y a gozar de este momento. Continuamos admirando el paraje y
disfrutamos de los juegos de haces de luces, formas y colores que nunca antes
habíamos apreciado.
(pausa)
De repente alguien nos llama…
-
Ehhh!!! Acompáñame – nos dicen.
Se trata de un joven muy especial. Nos
informa que Él es el Reciente de Días. Nunca antes habíamos escuchado hablar de
este joven, pero sabemos que es de vital importancia seguirle. Conforme
caminamos atravesando el paraje, el paisaje no cesa de transformarse
constantemente, a tal velocidad, que casi nos es imposible determinar que es
aquello que estamos viendo.
Preciosas formas de colores que crean increíbles
estrellas, que se abren como flores, parecen saludarnos. El Reciente, nos
indica un pasillo de Luz por el que tenemos que continuar. Él ya no nos
acompañará más.
-
Te espero a la vuelta – nos informa.
Le damos las gracias y continuamos
caminando. El pasillo está envuelto por cientos de miles de espirales
cromáticas. Todas son diferentes. Parece que nos hablan. Escuchamos atentamente
el idílico idioma que nos envuelve. Sentimos como el lenguaje del Amor es a
partir de Ahora nuestro único idioma.
Es todo tan especial y diferente que
una sensación muy arcaica, nos evoca el
recuerdo de lo que Hoy estamos viviendo. Sin dudarlo, tenemos la certeza de que
hemos alcanzado otro Universo. Una gran Alegría nos atrapa, es una gran
noticia. Con esta alegría continuamos hasta que comenzamos a intuir a alguien
que nos está esperando.
Tenemos muchas ganas de abrazarle y de
ser abrazados. No dudamos. Se trata de un Anciano que nos está esperando. Él
también se siente deseoso de ese abrazo. Nos fundimos en un entrañable
encuentro con el Anciano de Días. Nos entregamos a Él sin dudarlo. El Anciano
no dice nada, sólo sonríe y nos mira.
(pequeña pausa)
Nos acabamos de hacer conscientes de
algo. Es sólo por medio de nuestra llegada, como el Anciano podrá dar con la
Anciana. Es nuestra responsabilidad que Ellos se puedan encontrar.
El Anciano de Días nos comunica que
está deseoso de que llegue ese día en el que la pueda ver. Parece ser que tiene
mucho que decirle. Es emocionante saber que nos acabamos de convertir en
causales “celestinas”. Esta misión nos llena de orgullo. Ahora sólo tenemos que
acceder a los Mundos en los que Ella se expresa.
Gracias a nuestra entrega a Dios, eso
no va a ser algo difícil, pues Ahora estamos colmados de Fe, es sólo con esta
cualidad como vamos a poder penetrar en el más maravilloso Cielo Estelar. Ese
Hogar en el que Ella, a lo largo de toda su experiencia ha conservado los más
elevados sueños.
El Anciano de Días está en nosotros.
Sus deseos serán nuestros deseos, sus sentimientos serán los nuestros.
Regresamos por el mismo pasillo que
entramos. A las puertas nos espera el Reciente de Días. Nos pide que miremos al
Cielo y nos concentremos en una Estrella. Entre los miles de millares de
pulsaciones estelares, hay una que nos llama especialmente la atención. El
Reciente nos dice entonces:
-
Accede a ese Hogar. Sólo allí la
encontrarás – dicho lo cual se aleja.
Nos quedamos sintiendo ese Hogar en el
que la hemos sentido a Ella. La fuerza de los sueños, se apodera de nosotros.
El tronco de un increíble cerezo, nos facilita el apoyo, para no perdernos.
Nos quedamos dormidos, sabiendo que en
realidad en este estado es cuando estamos más despiertos.
Ssshhh silencio. Ha llegado el mágico
momento de vivir el silencio de este frío invierno. Nuestro Corazón está dando
un vuelco…
(pausa)
Una
bruma de fina esencia mágica nos ha envuelto. Parece que estemos flotando en
esa esencia, siquiera tenemos cuerpo, siquiera podemos sentir que somos quienes
creíamos, hace tan sólo un momento. Un aroma de Rosas nos embriaga. Recordamos
la Rosa que ha nacido como fruto de nuestra experiencia. Una Anciana se acerca.
Es bellísima. Su mirada lo contiene Todo. Su Alma abarca hasta el pétalo más
arcaico de Todos los espacios y tiempos. Nos pide que la sigamos. Lo hacemos.
Penetramos en una gruta, tan divina y oculta que es imposible explicar con
palabras, la belleza que encierra. Alcanzamos una zona, en la que nace un
Sagrado Manantial. En su mismo centro brota la Rosa más Hermosa y Espectacular,
esa que está hecha de miles de millones de pequeñas Rosas. Nos pide que entre
Todas ellas, entreguemos la nuestra, una Rosa más, pero una Rosa única y
especial.
-
Tu Rosa es para mí irrepetible – nos
asegura.
Es
entonces cuando la Anciana nos pide que leamos la inscripción que yace grabada
desde los principios de los Tiempo en el cristal de este templo.
“Cuando las fragancias de los pétalos
tocan tierra firme, todo se confunde. El Origen destella con la misma fuerza que
vibra la Rosa y la Estrella. Vibra entonces el Origen y también el Corazón que
lo acogió. Vibra Él y vibro Yo. Los Serafines inician una intensa danza
alrededor de Dios. Las luces de los orfebres - que quedaron apagadas por la
falta de Comunión - comienzan también a vibrar al detectar el son. Este es el
instante en el que los paradigmas de la evolución, liberan Toda Realidad
encerrada. Toda Realidad que guardo Yo. Mi Cielo - el más Anciano de Todos - está
cubierto por infinitos sueños. Cada uno de ellos tiene un color y cada uno de
ellos será expresado por la Rosa que resuena con esa vibración. A través de cada
Rosa, capturamos un sueño y con esa Realidad a cuestas nos convertimos en los dueños,
los únicos capaces de darle un Hijo a Dios.
La Anciana Madre
nos ha hecho este precioso regalo, Ahora somos nosotros quienes tenemos que
mostrarle la Verdad que encerraba su anhelo. Estamos a pocos pasos de desvelar
el potencial que encerramos. Dios sonríe de felicidad. Los Serafines no se
detienen, no paran de bailar. Son tiempos para crear bellas gestas, con todo el
oro conseguido, gracias a la alquimia de quienes creímos en la Belleza. Ya no
existe ninguna sombra que vele la espectacular Belleza de la Anciana más Amada.
El Anciano ha alcanzado el Hogar de Ella. Está a punto de producirse el
encuentro.
-
Ssshhh, de nuevo silencio.
(pequeña pausa)
Un
apasionado baile comienza. El Anciano acaricia por vez primera a su Amada.
Siempre supo de su belleza, pero jamás imaginó nada parecido a lo que tiene
ante sí. Ella sonríe. Lo ha conseguido. Ha conseguido dar con el Amor de su
Vida.
Ambos
se hacen conscientes de que por vez primera, el Amor más Sagrado podrá acabar
de envejecer Unido. Pues tras infinitas odas, versos y gestas, nunca habían
podido llegar a la madurez y caminar juntos por el mismo camino a la vez.
Los
acordes vibran por Toda la Galaxia. La música de los paradigmas impulsa a los
sueños a despertar. Las Rosas están recogiendo las Realidades con las que
resuenan. Sus dueños están preparados para obrar. No existe Nada que impida que
los Sueños se conviertan en Realidad. Ahora Ella siente el Amor Incondicional
del único hombre que puede dar Vida a sus anhelos.
Ellos
continúan su baile. Abrazados. Observándose. Mirándose infinitamente.
Acariciándose. Amándose. Sintiendo que lo tiene TODO. Que ellos son los
precursores de la riqueza. La sabiduría que encierra sus Corazones, es la
esencia de la Providencia. Con ellos se siente la mayor de las riquezas. Se
tienen el uno al otro, no existe nada más vital que este sentimiento. La
Plenitud es un hecho. La Providencia es la gran riqueza de sentir la Dicha de
que ya está aquí el Hijo Perfecto.
Nos
quedamos bailando con ellos. Al momento se acercan nuestros vecinos del Pueblo.
Cada vez somos más quienes hemos despertado a la Realidad que encierran los
sueños. Somos los orfebres, los alquimista que transformamos lo más ínfimo en
oro. Es el instante de descubrir nuestro potencial esencial, es el instante de
despertar al Elohim.
(pausa larga)
Regresamos
al Pueblo. Al hacerlo advertimos que todos y cada uno de nuestros vecinos,
familiares y amigos, han vivido nuestra misma experiencia. Nos fundimos en un
gran abrazo colectivo. Nuestros sueños son también los sueños de todos ellos.
Unos y otros compartiremos esos anhelos y al hacerlo nos uniremos para
emprenderlos. No hay quien detenga la intención que se ha anclado en el Corazón
del Pueblo Nanahan. Somos Uno con Dios. Repetimos Todos al unísono.
(pausa)
El
Éxito de albergar en nosotros a la Divina Providencia estalla, haciéndonos
sentir la plenitud más grande, jamás sentida. Sentimos el Amor de Dios Padre y
Madre. Y ahora también podemos sentir al Hijo. No hay nada que nos impida gozar
de este estado de Plenitud en nuestro Hogar. La Voluntad fluye a través de este
Todo y desde esa Voluntad, descubrimos como la Obra de la Creación nos impulsa,
desde esta novedosa condición. Es cierto, somos nuevos. Acabamos de nacer y
como bebés, vamos a sostener a partir de este instante, la pureza, la inocencia
y la más clara mirada, pronto, muy pronto algo sucederá… Como niños que somos,
estamos deseando que llegue el momento para sorprendernos con aquello que va a
llegar… sonreímos pletóricos. La sonrisa interior se instala en nuestro Enorme
Corazón. Ahora, cuando miremos al otro, éste sólo podrá ver, la pureza de
quienes somos. Sólo nos queda algo por decirle al prójimo:
-
¿Quieres venir…? ¿Quieres unirte a
nosotros…?
La
posición del referente es nuestra mayor virtud. Ser un gran referente para el
otro, es en estos momentos nuestra
misión. Sonreímos y damos las gracias por esta oportunidad.
Acabamos
de ingresar en el 6º Universo. La Raza Raíz Nanahan, nace en nosotros. Miramos
al Cielo. La Osa Mayor se muestra espléndida. La Estrella Merak comienza a
vibrar con incalculable intensidad. La 6ª Estrella se ha encendido. Podemos
verla brillar. Parece que ha crecido. La Providencia lo ha invadido TODO,
tenemos Consciencia para expresar la Abundancia en Todo. Nuestro Corazón
estalla de Dicha. Sentimos como el símbolo del Triple Anillo de la Unicidad nos
otorga la más elevada cualidad de Existir tal cual la propia Divinidad.
Nos
quedamos celebrando esta íntima conexión con la Totalidad. Nos visualizamos en
estado meditativo, formando grandes círculos con nuestros familiares, hermanos
y amigos. Dios Padre-Madre nos acompaña.
Aguardamos
en silencio, sintiendo profundamente este estado de Gracia…
(pausa
larga)
Poco
a poco, regresamos al latido del Corazón del Planeta y de ahí a nuestro Corazón.
Siendo Uno y Todo a la vez, lo que palpita en nuestro interior.
Respiramos
profundamente y conectados con la música, lentamente vamos abriendo los ojos.